Asegurándote de no contraer el VSR este invierno un experto ofrece consejos

Consejos de un experto para evitar el VSR este invierno

El virus sincitial respiratorio (RSV) es una infección viral común que afecta a personas de todas las edades, siendo los lactantes y los adultos mayores particularmente vulnerables a complicaciones graves.

Prevenir la propagación del RSV requiere un enfoque multifacético que incluye la vacunación, buenas prácticas de higiene e iniciativas de salud pública.

Es posible que haya visto informes recientes sobre vacunas recién aprobadas para el RSV. Una vacuna está aprobada para su uso entre las 32 y 36 semanas de embarazo, para proteger a los lactantes desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad. También hay dos vacunas contra el RSV autorizadas para su uso en adultos mayores de 60 años en los Estados Unidos.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos recomiendan que los adultos mayores de 60 años reciban una dosis única de la vacuna contra el RSV utilizando la toma de decisiones clínicas compartidas. Esto significa que usted y su proveedor de atención médica deben tener una conversación para decidir si la vacunación contra el RSV sería beneficiosa para usted.

El RSV es un virus altamente contagioso que afecta al sistema respiratorio. Si bien a menudo causa síntomas leves en personas sanas, puede llevar a complicaciones respiratorias más graves, especialmente en personas vulnerables. Los lactantes, especialmente los nacidos prematuramente, y los adultos mayores con sistemas inmunológicos debilitados o condiciones de salud subyacentes tienen el mayor riesgo de infecciones graves por RSV. Las consecuencias del RSV pueden variar desde dificultades respiratorias leves hasta afecciones más graves como neumonía y bronquiolitis, por lo que la prevención es esencial para salvaguardar la salud pública.

Vacunación

La vacunación de las personas mayores puede ayudar a reducir el riesgo de complicaciones. Alentar a los adultos mayores, especialmente aquellos con condiciones de salud subyacentes, a recibir la vacuna contra el RSV puede proteger a las personas de los efectos potencialmente graves del virus.

Mujeres embarazadas

En agosto, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos aprobó una vacuna que se administra a mujeres embarazadas para proteger a sus bebés del RSV durante sus primeros seis meses de vida. La única dosis estimula la producción de anticuerpos protectores que se transfieren de la mujer al bebé a través de la placenta. Es la primera vacuna que puede proteger a los bebés del RSV.

Mientras tanto, los bebés también tendrán una nueva opción para reducir su riesgo de RSV grave. Recientemente se aprobó un nuevo medicamento llamado Beyfortus para los bebés menores de 8 meses que están entrando en su primera temporada de RSV. Algunos bebés de alto riesgo pueden ser elegibles para una segunda dosis al año siguiente.

Intervenciones en el hogar

Existen formas adicionales de minimizar la propagación del RSV con simples medidas de higiene en su hogar.

Incluyen:

  • Lavado de manos: El lavado frecuente y minucioso de manos con agua y jabón es una medida simple pero efectiva para prevenir la propagación del RSV. Esta práctica debe enfatizarse tanto para adultos como para niños, especialmente después de estar en lugares públicos o en contacto con personas que pueden ser portadores del virus.
  • Etiqueta al estornudar/toser: Enseñar a los niños y adultos a cubrirse la boca y la nariz al estornudar o toser puede limitar la propagación de las gotas respiratorias que contienen el virus. Combinado con la eliminación adecuada de los pañuelos desechables y el lavado regular de manos, esta práctica puede reducir la transmisión del RSV.
  • No acercarse demasiado: Minimizar el contacto cercano con aquellas personas que presenten síntomas de enfermedad respiratoria es crucial. Esto es especialmente relevante en entornos donde las personas están en mayor riesgo, como hospitales, centros de cuidado infantil y hogares de ancianos.

Prevención de otras enfermedades invernales

El RSV no es la única enfermedad que se puede combatir con la vacunación. Las vacunas también son herramientas vitales para prevenir tanto la gripe como el COVID-19, además de la neumonía.

PRESENTACIÓN DE DIAPOSITIVAS

A medida que se acerca la temporada de gripe, tenga en cuenta que la vacuna contra la gripe es una herramienta importante para prevenir enfermedades graves, especialmente para aquellos con asma. Las personas con asma tienen más probabilidades de tener problemas de salud graves al contraer la gripe, sin embargo, la mayoría de las personas con asma no reciben una vacuna contra la gripe cada año. Si tiene asma, debe tomar medidas para evitar contraer la gripe. Las infecciones respiratorias como la gripe pueden afectar sus pulmones, causando un ataque de asma. La vacuna contra la gripe es el primer y más importante paso que puede tomar para protegerse a usted y a sus seres queridos de esta enfermedad.

El Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología alienta a cualquier persona que pueda estar en riesgo de contraer una infección respiratoria a vacunarse contra la gripe. Los proveedores de atención médica a menudo preguntan a aquellos que reciben la vacuna contra la gripe si son alérgicos a los huevos. Los proveedores de atención médica y las personas con alergia a los huevos deben saber que ya no es necesario hacer esta pregunta, ni tomar precauciones especiales. Evidencia abrumadora ha demostrado que la vacuna contra la gripe no presenta un mayor riesgo para aquellos con alergia a los huevos que para aquellos sin ella.

Finalmente, el COVID-19 está volviendo a aumentar y los adultos mayores están particularmente en riesgo. Consulte con su médico para ver si usted es alguien que debe recibir las nuevas dosis de refuerzo contra el COVID que estarán disponibles este otoño. Protegerse contra los virus en esta época del año es un primer paso importante para mantenerse saludable y proteger a quienes lo rodean.