Cómo cuidar tu corazón durante el embarazo
Cuidado del corazón durante el embarazo
El embarazo desencadena muchos cambios en el cuerpo, pero hay uno que puede sorprender a muchas mujeres.
Un cambio oculto es que el corazón tiene que bombear, en promedio, casi un 50% más de sangre al final del embarazo que antes del embarazo, y luego tiene que volver rápidamente a las “operaciones normales” después del parto. Si bien la mayoría de los corazones de las mujeres embarazadas toleran bien estos cambios, el embarazo puede servir como una “prueba de estrés” en el corazón que puede causar nuevas enfermedades cardíacas en pacientes que no han tenido problemas cardíacos previamente, y puede dificultar el manejo de problemas cardíacos existentes.
¿Qué tipos de condiciones cardíacas pueden surgir?
Las condiciones cardíacas más comunes observadas durante el embarazo están relacionadas con condiciones de presión arterial alta durante el embarazo (preeclampsia e hipertensión gestacional), ritmos cardíacos irregulares (arritmias) y el músculo cardíaco que no se contrae lo suficientemente fuerte (insuficiencia cardíaca). En el Centro de Partos de Duke, los médicos atienden a pacientes que ingresan al embarazo con presión arterial alta, defectos cardíacos presentes desde el nacimiento y enfermedades cardíacas adquiridas (personas que han desarrollado enfermedades cardíacas como un ritmo irregular o ataques cardíacos).
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¿Qué pueden significar estas condiciones a largo plazo?
Si bien las condiciones cardíacas pueden complicar la gestión del embarazo, la atención de alta calidad de expertos en el cuidado de personas embarazadas con enfermedades cardíacas puede marcar la diferencia para garantizar un final seguro y feliz para la madre y el bebé. Después del embarazo, las personas que han experimentado complicaciones relacionadas con el embarazo relacionadas con el corazón a menudo tienen un mayor riesgo de problemas cardíacos en el futuro. Conocer este riesgo puede ayudar a un paciente a recibir atención preventiva después del embarazo, para reducir el riesgo de problemas cardíacos durante décadas.
Consejo #1: Si ha tenido problemas cardíacos y está pensando en quedar embarazada, hable con su proveedor de atención médica y considere reunirse con un cardiólogo y un especialista en medicina materno-fetal antes de quedar embarazada.
Muchos pacientes que quedan embarazadas con una afección cardíaca existente pueden tener embarazos seguros y exitosos, pero reunirse antes del embarazo con expertos les permitirá revisar cualquier complicación potencial con el embarazo, asegurarse de que los medicamentos que toma sean recomendados durante el embarazo y anticipar cómo podría proceder su atención durante el embarazo.
Consejo #2: Pregunte a su proveedor de atención médica si la terapia con aspirina de baja dosis es adecuada para usted.
Para muchos pacientes con factores de riesgo de complicaciones relacionadas con la presión arterial alta del embarazo, como la preeclampsia, tomar una aspirina para bebés todos los días ha demostrado prevenir complicaciones. Su proveedor de atención médica puede revisar su historial médico con usted y recomendar si la aspirina de baja dosis debe formar parte de su plan de atención durante el embarazo.
Consejo #3: ¡Si está embarazada y está preocupada por su corazón, informe a su proveedor de atención médica!
Los síntomas del embarazo y los síntomas de las enfermedades cardíacas a veces se superponen: por ejemplo, muchas personas embarazadas experimentan falta de aliento y piernas hinchadas al final del embarazo. Si bien la mayoría de los pacientes que tienen síntomas durante el embarazo no tienen enfermedades cardíacas, es importante informar a su proveedor de atención médica sobre los nuevos síntomas y preocupaciones para que puedan ayudarlo a decidir juntos si se necesita un tratamiento adicional. Algunos síntomas a tener en cuenta incluyen fatiga repentina empeoramiento, desmayos, dolor en el pecho, falta de aliento, dificultad para respirar cuando está acostado, palpitaciones e hinchazón repentina en las piernas.